Mi Padre y mi Madre, a quienes siempre he hecho todo por honrar, me inculcaron valores que atesoro:
honestidad, responsabilidad, amabilidad, gratitud, humildad, lealtad, amor y solidaridad, que, con un recto sentimiento del deber patrio, disciplina y perseverancia, han definido la forma correcta de mi comportamiento de vida.
Luego, durante mis años de estudios superiores en Italia, además de esforzarme por alcanzar el máximo desarrollo de conocimientos y capacidades, me interesé por conocer la trayectoria, la vida y obra de pensadores y políticos como Edward Bernstein, Filippo Turati, Giuseppe Saragat, entre otros, lo que fue formando en mi mente un criterio y un convencimiento sobre los principios de la Socialdemocracia.
Mientras estudiaba e investigaba en la universidad de Bologna, militamos con otros estudiantes, con esos bríos de la juventud y el idealismo palpitante, en solidaridad con los pueblos en lucha por su autodeterminación e independencia y por el afán histórico de Panamá por recuperar nuestra plena integridad soberana, con admiración por el liderazgo del General Omar Torrijos.
Y no escatimé también algún espacio para la música que me apasiona.
De regreso a la Patria, me inscribí en el Partido Revolucionario Democrático, único partido en que he militado por más de 42 años consecuente e ininterrumpidamente.
En el Partido tuve maestros como Rómulo Escobar Bethancourt, Alma Montenegro de Fletcher, Gerardo González, Berta Torrijos, Humberto Brugiatti, entre otros.
He vivido una vida plena de sentido, una historia como muchas, con altas y bajas, con éxitos y caídas. No he perseguido recompensas, ni me han hecho arredrar desventuras.
Ha sido una senda de constante adaptación, revisión y cambio, pero siempre con las raíces bien firmes en mis valores y principios.
Atribuyo la misma importancia a estos tres principios fundamentales: libertad, igualdad y solidaridad, que son interdependientes, cada uno de ellos es un requisito previo para los otros dos. Mientras que la justicia social, la autodeterminación y la paz, integran para mi, el conjunto de valores primordiales.
Mantengo una fuerte voluntad por materializar sueños e ideales por una mejor sociedad en un país soberano, libre de todo tipo de colonialismo, pero con la inteligencia para insertarnos en los cambios geo-políticos que se avizoran en el mundo y aprovecharlos en función de nuestros intereses nacionales y desarrollo.
Si me preguntan ¿qué tipo de sociedad? Siempre he planteado una sociedad materialmente más equitativa, socialmente más justa, culturalmente más avanzada y ambientalmente más sostenible, basada en 6 elementos clave: economía, trabajo, educación, innovación, equidad, y justicia social.
Ahora bien, la humanidad está viviendo un cambio de era, a una velocidad vertiginosa y con factores que la hacen más compleja; desde mi lectura y apreciación, es un cambio de época civilizatorio. Pasamos de la sociedad industrial, a la sociedad de la información, la del conocimiento, otros la llaman la «posmoderna», que estamos pasando la «cuarta revolución industrial» con rapidez y profundidad desconocidas en anteriores cambios históricos.
Todos tenemos la capacidad de pensar, todos analizamos, tenemos ideas y creencias, siempre habrán diferencias, contrastes, contradicciones. Mi Padre siempre decía que «el camino es pensar», nadie tiene el monopolio de la verdad.
Por esa razón, intento siempre exponer algunas de las ideas que me definen, que enmarcan mi perspectiva, para contrastar con otras.
Benjamín Colamarco Patiño
Panamá, 23 de junio de 2024