Desde la tranquilidad reflexiva, con respeto, pretendo hacer un aporte que invita a la apertura de las mentes.
Varios ejes interesantes, de los cuales quiero tomar dos, porque es importante el intercambio respetuoso de ideas, tratando de comprender una realidad compleja y una dinámica de cambios vertiginosa, inédita, en una sociedad microfragmentada, donde no hay una sola mirada que prevalezca sobre otra, ni referencias sólidas, sino que serán las diversas miradas y el respeto en el intercambio de ideas, que llevará a recorrer caminos cuyas rutas hoy no están trazadas… debemos caminarlas sin tener certezas, donde las viejas certezas las debemos ajustar por las múltiples miradas que nos permitan avanzar en la construcción de una sociedad abierta, respetuosa e inclusiva. En eso no dudo que compartimos los objetivos del camino que emprendamos.
El primer punto que quiero abordar es que la salida para nuestro país no va a ser posible sobre una visión individualista, extremista, ni sectaria; debemos construir un Panamá sin «fronteras internas», un solo Panamá integrado económica y socialmente, sobre la base de la colaboración de amplios sectores de la sociedad que compartan la idea de un Panamá sin excluidos, un Panamá que permita el acceso a los bienes y servicios de calidad que posibiliten a cada panameño y panameña realizar su sueño de desarrollar todo su potencial y cumplir sus expectativas para su familia y sus hijos.
Como ha planteado el *Presidente Cortizo: «derribar la VI ta. Frontera… sentar las bases para superar la pobreza y la desigualdad».*
Debo expresar que el Presidente Cortizo, decididamente, propugna por el respeto a la vida, a la integridad física y mental de las personas, al trabajo digno, al acceso a la salud y a la educación de calidad, a un amplio programa de nutrición infantil, a un sistema de previsión y seguridad social justo, a mejorar las capacidades productivas; al orden, a la seguridad, al respeto de la Constitución y a la oportunidad de buscar un mejor futuro para los ciudadanos y sus familias.
Sin estas condiciones, sin esa predictibilidad para planificar una vida mejor, Panamá estaría limitando su propio progreso.
Retomando el hilo de esta reflexión, la primera «frontera» está en nosotros, en nuestro interior, debemos aceptar las ideas de todos los panameños y panameñas que inspirados por estos ideales de paz, equidad y justicia social, quieran unirse a esta gesta… no es un propósito individual, es una gesta que nos convoca a todos, partiendo de la premisa que debemos deponer nuestros intereses individuales en pos del bien común.
El otro punto que me gustaría rescatar es la idea de «sociedad líquida» o «modernidad líquida», desarrollada por Bauman. Considero los aportes de Bauman, no como una justificación de la individualidad, sino como un llamado a la construcción de nuevas reglas que gobiernen nuestras sociedades… recuperar la posibilidad de cohesión social, con objetivos superiores compartidos.
No podemos enfrentar problemas globales sin contar con instituciones que se ajusten a los desafíos que imponen los nuevos tiempos.
No podemos enfrentar al narcotráfico que es una organización criminal supranacional, si no la enfrentamos con organizaciones que tengan el poder de combatirlas con éxito.
No podemos enfrentar las consecuencias de un capital transnacional, con organizaciones que no están preparadas para cumplir con efectividad las regulaciones que permitan que ese capital esté al servicio del desarrollo de la sociedad mundial y NO de los grupos de poder.
Hoy, en medio de la catástrofe global de la pandemia y los efectos de la guerra en el este de Europa, hemos comprendido con claridad que no podemos enfrentar una pandemia proveniente de un virus mortal que viaja en avión y que en pocas horas afecta a los países, que pretenden enfrentarlo con respuestas nacionales o las tardías respuestas de la OMS, un organismo basado en las naciones que lo conforman, pero que no tiene la velocidad, ni las herramientas para enfrentar al virus del COVID 19, que ni fue el primero y lo que es más preocupante, ya sabemos que no es el último que la humanidad va a enfrentar.
Como tampoco la humanidad ha podido hacer callar las armas de la guerra y construirle viabilidad a una salida negociada, diplomática, a la conflagración irracional que pone en vilo al mundo entero, en un juego de acomodos y reacomodos geopolíticos que solo sirven a oscuros intereses.
Termino con esta idea, no es una época de individualismo, es el individualismo egocéntrico y la incapacidad de tener una mirada responsable desde hace varios lustros, la que nos llevó a esta crísis global en medio de líneas diversas y fenómenos distintos.
También entiendo que no serán las viejas recetas las que nos van a permitir construir una sociedad más justa y equitativa.
Debemos unir las miradas, los saberes, las fuerzas, para construir colaborativamente la salida para un mejor Panamá, que si bien no justifica tanto dolor, por lo menos que demuestre que hemos aprendido.
Hago un llamado especial por tres temas que considero relevantes y que reitero, entre otros: La Educación de Calidad, el Acceso a la Salud, y el potenciamiento de las capacidades innovadoras productivas para la generación de empleos.
La iniciativa del PACTO del BICENTENARIO «CERRANDO BRECHAS» es una buena posibilidad, pero hay muchas maneras de colaborar dejando atrás el dolor, los enojos y las quejas, para realizar nuestros aportes a la construcción de una sociedad que sale de la crisis aprendiendo y transformándose de manera positiva.
Respetuosamente,
Benjamín Colamarco Patiño
Panamá, enero 2023
www.benjamincolamarco.com