«A mis amigos (as) y compañeros (as)»

De mi mayor consideración y aprecio

Algunos dicen que no es necesario dar explicaciones a los amigos, porque nos conocen y no te las pedirán, y obviamente menos habría que darlas a los «enemigos», ellos nunca nos creerán, sin embargo, como quiera que ustedes han sido leales y solidarios amigos a toda prueba, me siento en la obligación de informarles a propósito de una acción maliciosa a la cual le hemos hecho frente con paciencia,  la resolución templada y la verdad por delante.

Como saben y fue divulgado por los medios de comunicación de masas, el 3 de enero de 2017, hace ya más de 18 meses, un adversario político, sin indicio alguno en nuestra contra, ni prueba sumaria, presentó ante el Ministerio Público una «denuncia» contra el ex Presidente Torrijos y mi persona por el supuesto delito de «enriquecimiento injustificado».

Inmediatamente la «Fiscalía Especial Anticorrupción» acogió la «denuncia», sin que hubiese mérito para ello por no existir prueba idónea con el libelo de denuncia, e inició una investigación.

El 20 de enero de 2017 con absoluta ausencia de elemento incriminatorio, ni evidencia alguna que sirviera para justificar la emisión de una providencia, la agente de instrucción remitió OFICIOS A TODOS LOS BANCOS Y ENTIDADES FINANCIERAS para que enviaran toda la información bancaria, los movimientos y transacciones de mis cuentas desde el año 2003 en adelante.

Toda esta información que le fuera remitida por los bancos, fue literalmente hurgada por la fiscalía sin que encontrasen un sólo dólar mal habido, o alguna cuenta sin justificación o sustento.

Mis declaraciones patrimoniales debidamente notariadas y entregadas a la Contraloría General de la República en septiembre de 2004;  en 2008 y  julio de 2009, demostraron el origen y estado de mi patrimonio familiar, el cual no tuvo ningún incremento, sino todo lo contrario.

Soportamos de manera estoica el escrutinio procesal indiscriminado y absoluto de la fiscalía y finalmente emiten una vista fiscal, en la que en total desatención de la Ley, solicita un «archivo del expediente», solicitud que fue acogida y reiterada por el Juzgado de primera instancia, cuando lo que cabía era un «sobreseimiento definitivo», es más, en realidad, la investigación nunca debió haber sido abierta por falta de uno de los elementos de procedibilidad que exige la Ley.  Pero bueno, investigaron a fondo y no encontraron nada indebido, ni en mi actuación como servidor público, ni en mi patrimonio, porque nunca he tenido nada que esconder.

No obstante, no quedamos conformes y aunque sabemos que a fin de cuentas se trata de un manejo con intenciones «politiqueras» el que se nos aplicó, interpusimos una apelación ante el Segundo Tribunal Superior de Justicia, a fin de que corrigieran el «error de criterio».

El 15 de mayo de 2018, dicha instancia superior reitera la disposición de «archivar el expediente», sin entrar en el fondo de los argumentos de mi abogado, quien sustentó de manera contundente la calificación que debe aplicarse: sobreseimiento definitivo».

Para vuestro conocimiento transcribo la parte sustantiva de la decisión del Segundo Tribunal Superior, cito:

SEGUNDO TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA

DEL PRIMER DISTRITO JUDICIAL DE PANAMÁ.

PANAMÁ, quince (15) de mayo de dos mil dieciocho (2018).

 AUTO 2A INST. NO.-60

razón por la cual la agencia de instrucción solicitó el archivo de las sumarias, el cual corresponde a un cierre del sumario con carácter definitivo, y que no permite la reapertura del mismo.

 De esta forma, este tribunal colegiado procede a confirmar la decisión primaria, que fue elevada a apelación, consistente en el archivo de la presente causa/ lo cual bajo ninguna circunstancia puede ser reabierta/ pues el archivo equivale a un cierre definitivo de investigación.

PARTE RESOLUTIVA

En mérito de lo expuesto, el SEGUNDO TRIBUNAL SUPERIOR DE JUSTICIA DEL PRIMER DISTRITO JUDICIAL DE PANAMÁ, administrando Justicia en nombre de la República y por autoridad de la Ley, CONFIRMA el Auto de Archivo No. 23, de 20 de diciembre de 2017, dentro de las Sumarias en Averiguación, por el delito Contra la Administración Pública …

DEVUELVASE Y NOTIFIQUESE,

MAG. ]OSÉ HOO JUSTINIANI    MAG. SECUNDINO MENDIETA GONZÁLEZ  MAG. WILFREDO SAENZ FERNANDEZ

 MARIA ELENA GARCIA , SECRETARIA AD-HOC

(cierre de la transcripción).

Así las cosas, hemos tomado la decisión de aceptar el fallo de los Magistrados, toda vez que podemos entender que el «archivo definitivo del expediente», debe interpretarse como un sobreseimiento.

Al final estoy tranquilo, con mi conciencia limpia;  mi trabajo y trayectoria han sido siempre en el mejor interés del Estado, por el bien común, la soberanía y el desarrollo.

Mi práctica profesional en el servicio público ha sido con apego a la Constitución y a la Ley; con rectitud y dedicación;  obramos de buena fe en cumplimiento de las normas, los procedimientos y los objetivos trazados.

No ha habido, ni hay una sola mención, ni prueba, ni «delación eficaz», ni evidencia, en Panamá, ni en ninguna otra parte del mundo que me señale por haber cometido algún acto antijurídico o ilegal.

Como ha quedado en evidencia, nuestro patrimonio está plenamente justificado y sustentado;  no hemos tenido, ni tenemos cuentas bancarias en el extranjero, ni sociedades «off shore».  Nuestra formación y valores familiares, morales y éticos son más firmes que los prejuicios y la malintencionada presunción de quienes han tenido para con nosotros ulteriores oscuros intereses.

Con mi respeto y más alta consideración para con todos (as).

Gracias

Benjamín Colamarco Patiño

www.benjamincolamarco.com

“EDUCACIÓN: EL GRAN DESAFÍO”

*Por Benjamín Colamarco Patiño

La EDUCACIÓN y la CULTURA son dos temas en el tapete de la sociedad desde hace ya demasiado tiempo. Sin embargo, como en una ocasión dijera el  ex – Presidente Mujica de la República Oriental del Uruguay,  “una cosa es la retórica de la educación y otra cosa es que nos decidamos a hacer los sacrificios que implica lanzar un gran esfuerzo educativo y sostenerlo en el tiempo”.

La reforma educativa o el rediseño del sistema educativo, ciertamente es un tema pendiente muy complejo, que implica un proceso de corto, mediano y largo plazo que involucra a muchos actores con diversas líneas de pensamiento, niveles formativos y experiencias, algunos involucrados directamente, otros indirectamente pero todos bajo la idea o el entendimiento de que el sistema educativo es el elemento más importante de la sociedad, que requiere adaptarse a las nuevas realidades de la era digital y al surgimiento de nuevas necesidades.

El modelo educativo tradicional se encuentra en crisis. La educación nacional tiende a ser cada día más débil, de menor alcance, calidad y pertinencia. El personal docente, factor clave en este proceso, requiere de un mayor perfeccionamiento, actualización y profesionalización, con más incentivos y motivación.

En la sociedad panameña somos víctimas de la misma escuela que no hemos podido renovar en casi 40 años.

Entramos hace ya 18 años en un nuevo siglo, desde entonces cuántos niños han sufrido el “amaestramiento” de la escuela tradicional: métodos anticuados, memorísticos y mecánicos, transmisión atosigante y autoritaria de conocimientos, a veces obsoletos, raciocinio determinístico, teorías en abstracto con olvido de la teorización sobre la realidad, excesivo apego a los paradigmas del siglo pasado, privilegio de lo cuantitativo sobre lo cualitativo, atrasados en la ciencia, la comunicación y la tecnología.

Como dijera Carlos Matus: “no les enseñaron a aprender, sino a aprender lo que les enseñaron. La escuela básica desaprovecha el potencial de inteligencia, creatividad y personalidad que encierra una mente joven y vigorosa, llena de interrogantes sobre el mundo”.

Con esa formación parcial, muchas veces distorsionada, ajena a la utilización de métodos de procesamiento científicos por problemas (horizontales), anclada en el pasado, les toca enfrentar muchas veces una realidad y retos para los cuales no están suficientemente preparados.

En su vida al salir de la escuela debe encarar problemas que no se ajustan a los modelos aprendidos en la escuela formal y en su práctica social choca contra un sistema que se le hace difícil entender.

Los que llegan a la universidad sienten que algo les hace falta y la propia universidad les da la impresión de estar de espaldas a los problemas, las realidades y los desafíos de los nuevos tiempos: complejos, competitivos, vertiginosos, cambiantes y digitales.

La educación tradicional centrada en la enseñanza de enunciados y axiomas, debe avanzar hacia nuevas formas de aprendizaje autónomo, colaborativo. Hablamos de lo que los expertos en la materia expresan como “aprendizaje situacional”, “aprendizaje por descubrimiento”, “aprender a aprender” entre otras acepciones, con sus definiciones y contenidos, que una profunda REFORMA debe asumir como “actualizaciones del aprendizaje” (Ver Bertha Orozco F. Competencias y Currículum IISUE Mx.)

“Estas nuevas figuraciones de la educación, apuntalan nuevas formas de producir y transmitir conocimientos” (B. Orozco).

Se requiere aprender a incorporar el uso aplicativo de los avances científicos y tecnológicos, al tiempo que se privilegian nuevas lógicas y nuevos conceptos educativos como por ejemplo: el de “sociedad educada”, “sociedades de aprendizaje”, “educación centrada en el aprendizaje”, “aprender a aprender a lo largo de la vida”, “aprender a hacer” y “aprender a ser” (UNESCO 2005), como conceptos educativos que sostienen los países más desarrollados.

Estos conceptos no pueden desvincularse de un contexto democrático, participativo y justo, en el cual las personas puedan encontrar oportunidades de vida digna y no un camino que conduce a la pobreza, a la marginación, a la desesperanza.

Debemos valorar la educación como bien social y como bien público.

La educación es un derecho, y es deber del Estado y de la sociedad en su conjunto construir un amplio acuerdo para la inaplazable transformación del sistema educativo.

En el Programa del PRD sobre este tema, se señala: “El cambio no puede esperar. La educación es tarea de todos porque define el porvenir de las personas y del país. Estado y sociedad están obligados a enfrentar esta tarea para evitar el ensanche de la brecha social, y que la cultura ciudadana baje a un nivel de incompetencia que lleve a la nación a una peligrosa y cercana bancarrota económica y moral”.

Pero además, se ensancha cada vez más la brecha tecnológica entre los que tienen acceso a internet y redes de comunicaciones, y los que no.

Ahora bien, emprender la reforma supone resolver la paradoja  inclusión/exclusión. Ser incluyente debe ser una característica del sistema educativo, por lo que su transformación en la dirección deseada o esperada, debe ser diseñada de tal manera que sus requerimientos allanen el camino de la total inclusión de todos en el sistema, no en cuanto a sus principios o declaraciones, sino con relación a los hechos y la práctica.

Es preciso empezar ya por el principio, por las instituciones pedagógicas formadoras de educadores, porque este es un proceso que le llevará al país en su planificación y ejecución más de quince años de esfuerzos conjuntos, pero al final nos hará capaces de sacar mayores provechos del conocimiento, y adaptarnos mejor a la nueva economía, para vincularnos al mundo de manera inteligente.

Estoy convencido de que la educación y la cultura son la primera fuente de desarrollo; que además son promotoras de una movilidad social ascendente y factores concomitantes que producen una más equitativa distribución de la riqueza.

Una mejor sociedad no solo es una que sea instruida, sino culta. Culta en su modo de ser, de razonar, de actuar, de relacionarse y de organizarse.

La reforma de la educación es un imperativo moral.

*el autor es Economista, ex Ministro de Estado y ex Vice-presidente del PRD

Panamá, agosto de 2018

“SIN PARTIDOS POLÍTICOS NO HAY DEMOCRACIA”

Toda estructura social y política, se mantiene en virtud de la operación de controles sociales, es decir, por la existencia de normas, reglas y pautas institucionales que regulan y rigen la interacción de los individuos, ciudadanos, organizaciones y grupos.

La idea que pueda existir una democracia sin partidos es equivocada.

El Constitucionalista Hans Kelsen, sentenció: “Sólo por ofuscación o dolo puede sostenerse la posibilidad de la democracia sin partidos políticos. La democracia, necesaria e inevitablemente requiere un Estado de Partidos”.

Por otro lado, Posada opina que: “Los partidos son instrumentos necesarios en el mecanismo del régimen constitucional, hasta el punto de que ciertas anormalidades, dificultades y crisis del régimen representativo constitucional, son la consecuencia de la debilitación de los partidos”.

Los Partidos Políticos son concurrentes en la formación de la voluntad popular, y su misión y esencia consiste en agrupar a los afines en ideas, opiniones y doctrina; esa afinidad ha de ser ante todo, sobre principios generales y fundamentales.

Por medio de los Partidos Políticos, los individuos subordinan pequeñas diferencias de opinión y se solidarizan en cuestiones de interés vital.

Los ciudadanos que actúan políticamente de manera aislada y por su propia cuenta, muy poco es lo que pueden influir en la solución de los problemas del Estado.

Todo Partido Político debe tener ideología, principios, valores, identidad, finalidad, visión de totalidad, estructura interna y metodología propia.

La finalidad de un Partido Político es alcanzar el ejercicio del poder público, mediante su acceso al gobierno, vale decir, estar en condiciones de decidir sobre el Estado y su relación con la sociedad, y establecer desde una base ideológica – programática, la visión de país que sea orientadora de la acción gubernamental.

Una visión de totalidad permite a los Partidos Políticos ubicar su interrelación con los diferentes grupos políticos y sociales y entender o descifrar los elementos que lo acercan a unos y los que pudiesen alejarlos de otros, considerando las circunstancias, la coyuntura y las características del contexto.

La metodología propia de un Partido Político se refleja en el diseño de la estrategia a seguir para alcanzar el poder, en la formulación de los planes de acción y visión programática en función de la correlación de fuerzas.

Los Partidos Políticos generan un sentido de pertenencia y garantizan la existencia de un hilo conductor cuya ausencia negaría su propia condición.

Tendría que precisar que la razón de ser de un Partido Político no se limita a la consecución del poder público, sino que se centra en la motivación que lo impulsa a obtenerlo o alcanzarlo; podríamos decir entonces que un Partido Político alcanza su plenitud cuando posee el poder necesario para mantener, reformar o transformar el Estado.

El PRD como partido progresista y reformista, propone siempre construir un sistema mejor y más eficiente, más colaborativo, con el impulso de importantes reformas para volverlo más funcional,  más participativo, que le permita manejar de mejor manera la conflictividad social y política y responder a los retos que plantea la sociedad a través de los diversos grupos, gremios, sindicatos y organizaciones que en ella se desenvuelven. Para nosotros se trata en fin de lograr una mejor sociedad, más inclusiva, con mayores oportunidades: materialmente más equitativa, socialmente más justa y ambientalmente más sostenible.

Debemos entender y asumir que el acceso al poder es transitorio y que los que un día somos gobierno, al otro podemos ser oposición. El reconocimiento de este hecho como una característica inherente al proceso político democrático, obliga a los diferentes actores a someterse a un proceso de rendición de cuentas, práctica pluralista y tolerante y conducta pública abierta y eficiente, para ampliar el margen de legitimidad ante la ciudadanía. También el reconocimiento de que la oposición forma parte de la solución de los problemas, obliga a ampliar los márgenes de inclusión.

Ser un Partido de oposición es ser capaces de fiscalizar la gestión pública; señalar lo que está mal, formular lo que puede ser una solución y estar dispuesto a debatirla, en un marco de tolerancia y respeto a las diferencias, aunque firmes en las posiciones de principio.

El reto más grande que se plantea en la actualidad a los Partidos, gira en torno a la capacidad del Estado para responder con eficiencia a las principales demandas de la ciudadanía, garantizar la gobernabilidad democrática, neutralizar el desencanto político, e impedir por la vía del consenso, que la conflictividad social y política se convierta en una innecesaria confrontación que no haría más que generar inestabilidad.

Ahora bien, las facciones políticas agrupadas en torno a otros intereses, NO mancomunados por la afinidad ideológica, de opiniones y doctrina, son especies degeneradas de partidos políticos. Y la presencia de estas agrupaciones, de carácter personalista o surgidas en virtud de intereses inferiores, ha contribuido a desfigurar, desprestigiándolo, el concepto de Partido.

El mal no está en la institución de los Partidos en sí, sino en la aparición de especies degeneradas y espurias de éstos, o en la presencia en los mismos de algunos individuos con una baja formación política, carentes de valores éticos y fundamento moral.

Resulta inadmisible la existencia de partidos políticos basados únicamente en la comunidad de intereses económicos privados o en simples lazos de parentesco o de amistad personal.

Estas desviaciones que desdibujan la figura de los partidos, acelerando su devaluación política, promueven la aparición de fenómenos sociales degenerativos, que a la postre afectan o agravan la percepción que le carga a los partidos las culpas del deterioro de la vida política nacional.

La pérdida de credibilidad producto de la debilitación de los partidos, puede atomizar las fuerzas políticas y sociales y llevar a un pluripartidismo desquiciante en el que no se logra una coalición mayoritaria cuyo resultado sería la paralización de la acción de Gobierno, el vacío de poder, la carencia de un proyecto definido y un proceso legislativo fragmentado y caótico.

Benjamín Colamarco Patiño

Panamá, mayo de 2018