Fundamentos para un nuevo pacto político

Los resultados de las elecciones de mayo de 2014, colocaron al PRD ante una derrota sin precedentes lo que obligó de forma responsable a algunos grupos, dirigentes históricos y corrientes vigentes dentro del colectivo, a iniciar procesos de debate, construcción de acuerdos y acciones, que coincidiesen en el propósito de viabilizar la regeneración revolucionaria y democrática del Partido, el realineamiento con los principios, doctrina y prácticas que le dieron origen y sustento, de cara a generar una propuesta renovada y conducente a la reconquista de la confianza de las mayorías nacionales, en un contexto diferente.

Surge así hace más de un año, la COORDINADORA NACIONAL PRO RESCATE TORRIJISTA del PRD, como plataforma colaborativa y mesa de debate horizontal y propositiva, facilitadora de convergencias de diversas agrupaciones de copartidarios, que bajo el criterio de respeto a la autonomía, independencia e identidad de cada corriente, promoviera la dimensión ética de la acción política, la reestructuración de la dirección del Partido, la recuperación de un discurso político coherente y la reivindicación e innovación de nuestra visión ideológico-programática (Torrijista y Socialdemócrata).

En el marco de este esfuerzo de coincidencias y motivados por la realidad que vive el PRD y sus perspectivas, luego de la reunión del Directorio Nacional el pasado 12 de julio, hemos convenido lo siguiente:

  1. Propiciar acuerdos amplios que permitan organizar el X Congreso Nacional Ordinario del PRD, de forma diferente, revestido de contenidos cualitativos, reivindicando los valores, métodos y principios fundamentales del Torrijismo.
  2. Esto no se logrará si prevalecen los mismos intereses, manipulaciones, métodos y ambiciones de parte, que dieron como resultado la derrota en las elecciones generales para la Presidencia de la República de mayo de 2014.
  3. El actual CEN no debe ser obstáculo y dar paso a una nueva expresión directiva que propicie la concertación de ideas, la unidad basada en nuestra doctrina y el debate creativo en la construcción de una nueva visión de país de todos, reconectados con las aspiraciones sociales.
  4. Apelamos a la conciencia de aquellos que ocupan cargos de elección popular y/o aspiren a ser candidatos en las elecciones generales, a que depongan su interés de ocupar cargos de dirección ejecutiva en las estructuras orgánicas del Partido (se entiende por cargos de dirección ejecutiva del Partido: CEN; Presidentes y Directivos de Área de Organización; Presidentes y Directivos de Distrito; Presidentes y Directivos de Corregimiento), para no repetir errores que nos condujeron a situaciones de crisis y estancamiento político, como las experimentadas en el quinquenio pasado.
  5. Promover a lo interno de la militancia del Partido, la conveniencia de construirle viabilidad política a un acuerdo para un CEN de unidad, de consenso, representativo, que nos libre de las situaciones desgastantes y del clientelismo que dieron al traste con las opciones del Partido ante la sociedad.
  6. Recuperar la formación política, ideológica y en capacidad de gobierno a lo interno del Partido, re-estructurando el sistema permanente de formación, e institucionalizando la obligación de todos y cada uno de los miembros del Partido, a cursar sus módulos, ya sean presenciales o virtuales.

Desde esta puntualización, debemos impulsar hacia el X Congreso:

  • Una Dirección Superior transparente y accesible: que las acciones de los responsables sean conocidas y explicadas oportunamente, con acceso a información comprensible; obtener de ellos indicaciones que faciliten la militancia y el trabajo de las diversas instancias partidarias hasta la base.
  • Una Dirección Superior responsable y que rinda cuentas por sus acciones y omisiones en forma sistemática y pública.
  • Una Dirección Superior sensible y receptiva a las posibilidades de consulta, participación e interacción permanente con las estructuras sectoriales y territoriales, con los miembros y sus expectativas políticas.
  • Un CEN con visión estratégica amplia, capacidad de organización, experiencia; analítico, orientador, docente, con claridad ideológica y programática, con capacidad de recuperar una precisa identidad partidaria, imbuido de valores de representación, participación, delegación, inclusión y conciliación.

Su esfuerzo en equipo, debe promover:

  • Mayor legitimidad democrática, con una más amplia interacción funcional horizontal entre las estructuras de Dirección e intermedias y las bases partidarias.
  • Fortalecimiento de un nuevo Pacto Político interno, utilizando el debate respetuoso como método propio del Torrijismo, favoreciendo el consenso, que las decisiones puedan consultarse sistemáticamente con todas las instancias orgánicas (organizadamente), con delegación descentralizada hacia las Áreas de Organización; mejorarse en su proyecto y compartirse en su ejecución, con claros beneficios para su efectividad y la convivencia interna.
  • Desarrollo de la institucionalidad.
  • Fortalecimiento de la democracia interna y de la representatividad.
  • Impulsar políticas de transparencia y fiscalización.
  • Reposicionar nuestra ideología y visión programática como eje articulador de propósitos comunes.

Para dar continuidad a este proceso, la Coordinación iniciará los contactos que sean necesarios  para lograr la  adhesión a esta propuesta amplia e integradora, convocará una gran “asamblea de corrientes Torrijistas” para validar los contenidos del NUEVO PACTO POLITICO INTERNO y designará por consenso una comisión de garantes.

COORDINADORA NACIONAL PRO RESCATE TORRIJISTA DEL PRD

Panamá, 8 de agosto de 2015

BCP/

Una propuesta a los torrijistas

Estimado Compañero Coordinador de la Coordinadora Nacional por el Rescate Torrijista del PRD:

Con el respeto debido y la humildad que debe caracterizarnos en procura de acuerdos Políticos amplios y mejores derroteros para nuestro país y el PRD, me permito hacer la sugerencia que paso a detallar a continuación:

La CNRT surge como reflejo de las circunstancias ya debatidas que resultaron de la “derrota” (sin parangón) del PRD, a nivel de la elección para la Presidencia de la República, en mayo de 2014.

Aunque sus causas son plurales y sus efectos “desmoralizadores”, se tuvo la virtud de llegar a un consenso entre diversos grupos, dirigentes históricos y corrientes, que se expresó en un COMUNICADO al PRD y a la Nación, que todavía tiene vigencia, en varias de sus partes sustantivas, por lo que debe ser retomado, enriquecido y actualizado, como base para reconstruir acuerdos con otros partiendo de lo que en su momento se aprobó y en los cuales muchos de los que luego se separaron u optaron por “legitimar” al CEN de ese momento, firmaron (fue su derecho y su opción, que aunque respetamos, NO compartimos).

Hoy se nos da un nuevo contexto político a lo interno del Partido, con la convocatoria al X Congreso Nacional Ordinario, que aunque muy e inoportunamente postergado, tiene fecha de realización: OCTUBRE DE 2016.

Esto implica definir con precisión nuestros OBJETIVOS y la ESTRATEGIA  para lograrlos, con claridad en los momentos, trayectoria y tácticas (en la CNRT hemos avanzado al respecto).

Hecha esta introducción, conceptuamos que debemos aprender de nuestros errores y mirando hacia el futuro, no confundir lo estratégico con lo táctico. Claros en esta diferenciación, entonces es preciso internalizar que si hacemos las cosas como lo hemos hecho hasta ahora, con los métodos verticales y rígidos del siglo pasado y reglas del “juego social” en un sistema que propicia el clientelismo y la preminencia de intereses económicos y de parte, por sobre los intereses colectivos y el bien público, obtendremos los mismos resultados que nos han traído hasta donde nos encontramos hoy. Lo digo claramente: el SISTEMA está caduco (¡¡!!)  la sociedad desestructurada (¡¡!!)  y el PRD también es reflejo de ello.

Resolver estas contradicciones demanda mucha reflexión, análisis crítico (no autoflagelación), filosofía, paciencia y prospectiva (pensar para ver más allá de los caminos conocidos, más allá de la curva). Mientras tanto, todo comienza con el primer paso, aunque sea pequeño, pero, como decía Torrijos, “más valen pocos centímetros en la correcta dirección, que muchos metros en la dirección equivocada”.

De cara al X Congreso del PRD, propongo específicamente en esta fase:

  1. Replantear con los ajustes necesarios el COMUNICADO ORIGINAL DE LA CNRT.
  2. Sobre esa base inicial, hacer los esfuerzos para reconducir a las diversas corrientes a re-integrarse a la CNRT.
  3. Construir con ellos un AMPLIO ACUERDO POLÍTICO.
  4. Cumplida esa etapa, presentar a la membresía del PRD los elementos conceptuales, ideológicos, programáticos y prácticos, aglutinadores, las adhesiones y los métodos (ideología con ciencia y técnica) para incidir en la realidad que nos agobia y transformarla en la correcta dirección, que ha de ser distinta a la actual.
  5. Sin repetir los esquemas superados que nos llevaron al nefasto desenlace en el IX (noveno) Congreso de agosto de 2012, respetando la identidad y autonomía de cada grupo, dirigente histórico o corriente que logremos aglutinar en este esfuerzo, definir acciones territoriales, comunicacionales, “virtuales” y mediáticas, comunes en la dirección de la ESTRATEGIA definida.
  6. Si se lograran separar los temas electorales (coyunturales) y las ambiciones personales (individuales y “mesiánicas”), de los fundamentales y permanentes temas Políticos y estratégicos (Capacidad de gobierno; proyecto político; conducción de la colectividad; el país que queremos; lo ideológico; reforma y rediseño del sistema y las prácticas, valores y principios, centralidad de lo social; etc.), podríamos alejarnos de la incidencia sectaria de los intereses de parte en el esfuerzo por rescatar y reposicionar al ideario Torrijista y a la doctrina Socialdemócrata a lo interno del PRD. Incluso podríamos llegar más allá, y construirle viabilidad a la posibilidad de materializar un amplio acuerdo con una propuesta de CEN de consenso o representativo que sea validado por el X Congreso, evitando el desangramiento “electorero” y fratricida interno. Lo que demanda de todos, una alta dosis de DESPRENDIMIENTO.
  7. Propondría además ir redactando entre todos los grupos de la CNRT ampliada, una propuesta de DECLARACIÓN del X Congreso, debatida a profundidad, que parta de los contenidos válidos y que fuesen vigentes, de la Declaración del IX Congreso, la cual NO se cumplió y que recogió en su momento temas ideológicos y programáticos coherentes (salvo uno que otro aspecto menor superable).

Así planteada a la Coordinación estas consideraciones puntuales, propondría identificar las distintas corrientes vigentes reales en el PRD, con posibles afinidades con las nuestras, y convocar a sus dirigentes a una reunión, con una agenda predeterminada amplia y sin pre-juicios.

Recuerdo así a primera vista: El Grupo Refundación; el Cívico Electoral; la VT antigua Tendencia; “los seis de la AN”,  el de Brands, entre otros.

Para esta tarea, sugiero se integre una comisión de la CNRT, para que desarrolle este plan, integrada por el Coordinador, el sub-coordinador y tres (3) miembros delegados por los grupos actuales de la CNRT.

Quedo a la disposición para lo que estimen pertinente.

Benjamín Colamarco Patiño

FUERZA DE TAREA INSTITUCIONALISTA T-XXI (FTI T-XXI)

Panamá, 01 de agosto de 2015

La Torre de Babel

Nuestros límites están dados por nuestro lenguaje y ese es el confín de nuestro universo. Si consideramos el pensamiento como una representación de la realidad, entonces, la realidad es aquello que se puede describir con el lenguaje. Dicho en otras palabras, el pensamiento es la proposición con sentido (proposición entendida como oración gramatical). Así, si algo es pensable, ha de poder recogerse en una proposición, y esta tiene sentido, cuando describe un estado de cosas posible.

El uso correcto de una palabra o proposición, estará determinado por el contexto al cual pertenezca, que siempre será un reflejo de la forma de vida de los que hablan o escriben. Algunos filólogos le dan el nombre de “juego de lenguaje” a dicho contexto. De esto podemos colegir que lo absurdo de una proposición radicará  en usarla fuera del “juego de lenguaje” que le es propio.

La lógica es el andamiaje o la estructura sobre la cual se levanta nuestro lenguaje descriptivo y nuestro mundo, que es aquello que nuestro lenguaje o nuestra ciencia describe.

Hay una lógica para el escrutinio del lenguaje, sin embargo, no se trata de buscar las estructuras lógicas del lenguaje, sino de estudiar cómo se comportan los usuarios de un lenguaje, cómo aprendemos a hablar y para qué nos sirve.

Lo que pensamos y lo que queremos describir, sólo se expresa de manera directa a través del lenguaje. Una conversación permite intercambiar ideas, activar acciones, etc., y si se extiende a otros, se van estableciendo redes de conversaciones que causan efectos directos, prácticos o no.

La conformación de equipos humanos para el logro de objetivos comunes o para la materialización de un proyecto determinado, del tipo que sea, requiere integrar muchos elementos, pero sobre todo precisa un lenguaje común en el sentido más amplio de su acepción. Para discutir acerca de la dirección o rumbo, es necesario conocer el vocabulario que precisa el punto de partida general. Así, lo primero que hay que establecer es un lenguaje compartido, que permita comprender y explicar los conceptos e ideas que identifican, precisan y le dan sentido a un proyecto.

Si por PARADIGMA entendemos un modelo mental que todo el colectivo de actores que conforman un sistema asume, comprende y entiende, su aplicación dependerá del lenguaje y contexto en el que se expresa y en la capacidad de los hablantes de procesar y entender su alcance.

Con esta misma lógica, si entendemos la POLÍTICA como actor principal de la transformación social, y el gobernar la capacidad de procesar tecnopolíticamente PROBLEMAS con una lógica en la dirección de la transformación planteada en el PROYECTO POLÍTICO, es obvio que se requerirá de la integración de EQUIPOS de gobierno, con formación transdisciplinaria, capacidad, LENGUAJE y vocabulario COMÚN.

Carlos Matus, desarrolló lo que denominó “La TEORÍA DEL JUEGO SOCIAL”, que, entre otras conceptualizaciones y cambios de paradigma, comprende proveer de un lenguaje común para la toma de decisiones en la acción de gobierno.

Conceptos como: CAPACIDAD DE GOBIERNO; GOBERNABILIDAD DEL SISTEMA; PROBLEMA; ESCENARIO; ACTORES; APUESTA; RESULTADO, etc., comunes en el vocabulario “matusiano”,  adquieren toda una significación referida a la teoría para la acción que lo sustenta.

Así las cosas, desde esta perspectiva, se tendrán éxitos en la conformación de equipos políticos, en la medida en que sus integrantes estén animados por el mismo espíritu, tengan claridad ideológica y comprendan el alcance y envergadura del PROYECTO, entendido como la propuesta de medios y objetivos que posibilita un cambio hacia la situación esperada.

El lenguaje y vocabulario que define, distingue y le da sentido al proyecto político, demanda de los actores políticos y sociales, formación y entrenamiento para homologar, procesar y asimilar su significado (Juego de Lenguaje), en la ejecución de las políticas que se derivan para su materialización en el tiempo, es decir, la correspondencia entre el sentido de lo representado en una proposición que precisa el contenido del proyecto y los hechos que lo posibilitan.

 

Benjamín Colamarco Patiño